octubre 11, 2009

Rompiendo el silencio, pero sin la costumbre de lo normal





Según la Real academia española:

Justificar: Probar la inocencia de alguien en lo que se le imputa o se presume de él o ella.

Inmadurez: Falta de madurez.

Cambiar: Dejar una cosa o situación para tomar otra.

Tomando estos tres conceptos, vuelvo a mi blog, en momentos difíciles, llenos de felicidades que se ven opacadas de tristezas y una insaciable decepción.

Es jodido cuando alguien que encontrabas en un pedestal te demuestra que ya no es así, que te dice cosas y hace paradójicamente todo lo contrario.
Pero más jodido es cuando amas a esa persona y te tienes que tragar el orgullo y no ser tan egoísta para así poder reconocer que se equivoco.

Cosa que no quita que “vuele herido con la rabia cansada de andar” desde hace tiempo -antes de esto- que preguntas que se formulan quedan en el aire, que promesas siguen sin hacerse realidad, que cosas que deberían ser de dos pasan a ser de diez, que el respeto se pierde y que las respuestas que se consiguen son un “no sé que mas hacer” cuando no se ha hecho lo suficiente y cuando nunca debería de dejarse de hacer, o que sólo se queda en palabras y no trascienden en hechos, hechos contundentes que transciendan fronteras, que el punto medio no entendido se vuelve un extremo contrario.

Con el corazón partió, camino sólo por este abismo y trato de no mirar abajo, mirando un futuro vacío sin ti, perdiendo el sueño de morir de viejo y no de soledad. Así camino, sólo con una decisión en mis hombros, con un vamos o no vamos, queriendo querer pero sintiendo que no todo es honesto. Decisiones difíciles en este momento, que nadie se ha parado con mis zapatos gastados de andar y de contra un mar turbio que no se permite amar, lleno de indecisiones, miedos, decisiones erradas, lleno de arrepentimientos, con un final impredecible y que nos lleva a un punto de mucho dolor y de ceder para amar.

Es difícil expresar todo lo que se puede sentir, los nudillos están gastados de golpear y la cabeza cansada de pensar, el momento de discordia vuela como volaba todo lo bueno en toda mi imaginación. Es el hecho de gustar o no, de responder o no, del porque estas cosas me pasan a mi justo ahora que no me dejan razonar. Razono a lo que está a mi alcance, dolerá todo lo que se tenga que decir, será un bien necesario económicamente hablando y espero que la Razón prevalezca por encima de todas las cosas y que estas tres palabras (Justificar, inmadurez y cambiar) sigan el curso de lo razonable y se pongan en práctica.

Sólo quedan tres caminos y la decisión está tomada, no le demos largas a la situación y tomemos los hechos con madurez que el tiempo apremia, el reloj no parará por esto. Quieres respuestas, las tienes… ahora búscalas porque ni solas, ni virtuales llegaran.

Las cartas están echadas y sólo queda actuar.

De vuelta en crisis pero de vuelta,

No es dante, just T@To